miércoles, 19 de septiembre de 2012

Un paso más

La Iniciativa, en 10 preguntas


Antes de iniciar quiero dar la bienvenida a este espacio a todos los acuarelistas aragoneses, que lo están visitando  recientemente de forma muy numerosa, gracias a la rapidez en la gestión informativa por parte de su Presidente, Manuel Macías Cañizares, con quien no había sabido contactar previamente debido a algunas coincidencias negativas, que no dejan en muy buen lugar mi eficiencia. Gracias.
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Tras las simples reflexiones de los últimos posts que, a pesar de todo, han girado siempre alrededor de las actividades acuarelísticas, vuelvo a insistir en lo que es más propio del contenido de la iniciativa Acuarelistas.

Después de haber hecho énfasis preferente en el aspecto individual, con objeto de poner en marcha actitudes de perfeccionamiento técnico y artístico, ahora toca insistir en el colectivo, institucional, concretamente en nuestras Agrupaciones, apostando por la necesidad de una mayor consistencia en la enseñanza que en ellas se imparte.

Al llegar a este punto considero muy conveniente disponer de un contenido básico, coherente y sólido, que constituya algo así como un Curso Básico de Acuarela, un manual recomendado, que contara con la aprobación y el apoyo del conjunto de agrupaciones de acuarelistas a nivel estatal, confiriéndole así cierta autoridad y prestigio.

En estas últimas semanas mi actividad preferente ha tenido como objetivo confeccionar lo que podría ser un ejemplo de programa-guía para dicho Curso, con enumeración ordenada de los temas o capítulos, así como algunas ideas preliminares sobre el modo de llevarlo a cabo.

Como resulta fácil de suponer, un proyecto así solamente tiene sentido construirlo desde las propias Agrupaciones, a ser posible de forma participativa, colaborativa. Así pues, lo he puesto a disposición de la Agrupación de Acuarelistas de Catalunya, cuyo Presidente,  J. A. Espinosa de los Monteros, tras mostrar su interés ha sugerido proponerlo de modo más formal en alguna próxima reunión de Presidentes de Agrupaciones.

El programa-guía en cuestión intenta ser concreto y explícito, pero a la vez con un margen suficiente de libertad que facilite el posterior desarrollo individual de cada  tema o capítulo que lo componen, que quedarán en todo momento abiertos a su modificación, como no podía ser de otra manera si pretende ser institucional y participativo.

Para ello se ha utilizado expresamente cierta ambigüedad en los propios enunciados,  que de este modo permiten englobar tanto las tendencias clásicas como las más modernas, a fin de que nadie pueda sentirse encorsetado cuando inicie el aprendizaje de dicho Curso.

No es el momento adecuado de exponer el contenido del programa, para respetar los tiempos y las formas. Convendrá  conocer la receptividad de las propias Agrupaciones y de sus Juntas Directivas. Si el resultado es positivo, se valorará con algún detalle la viabilidad del proyecto, aligerando el esfuerzo dinamizador que yo mismo me impuse hace bien pocos meses.
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Tal como estaba previsto, la encuesta seguirá abierta unos meses más, hasta finales de año, para que la muestra –actualmente ya sobrepasa el centenar- sea lo más numerosa y representativa posible.
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Aunque soy consciente de que no aporto con ellas ninguna idea especialmente brillante, seguiré con mis reflexiones, pensando en voz alta sobre temas que tengan algo que ver con el Arte o la práctica de la Acuarela.

Renuevo la invitación a cuantos quieran colaborar con sus propias reflexiones, o con cualquier otro formato, ya que el espacio está abierto a todos. Podéis mandarlas  a esta dirección email acuarelista12@gmail.com  para ser publicadas en un nuevo post.
Gracias, amigos acuarelistas, por vuestra atención.


martes, 11 de septiembre de 2012

Enseñanza, Maestros y Alumnos.

La Iniciativa, en 10 preguntas

Enseñanza, Maestros y Alumnos.

Nadie duda que los maestros de la pintura han sido en todo momento una fuente de aprendizaje muy valiosa, a través de la atenta observación de su propio quehacer artístico por parte del espectador avispado. Si, además, dichos maestros poseen dotes pedagógicas suplementarias, es evidente que un contacto regular con ellos creará inevitablemente escuela entre los alumnos más aventajados.
Si esto ha sido siempre así para la Pintura en general, no iba a ser distinto al tratarse de la enseñanza de la Acuarela. Todos nosotros tenemos en la cabeza los ejemplos vividos en las últimas décadas y en la propia actualidad.

Se impone, sin embargo, hacer algún tipo de distinciones, tanto en lo referente a profesores como a los propios alumnos.
Entre los alumnos hay los recién iniciados y otros con muy diferentes grados de experiencia, tantos como personas. Entre los maestros tampoco son todos iguales, ya que mientras algunos son más académicos y polivalentes, otros son más singulares por su forma personal de pintar y su propio temperamento.

Pues bien, es razonable sostener que cuanto menor sea la experiencia del alumno, más neutral y polivalente deberá ser su profesor y la enseñanza que reciba, ya que en caso contrario lo más probable es que el aprendizaje degenere en puro seguidismo formal, no recomendable para la adecuada maduración del que aprende, fácilmente sustituida por manierismos y tics, que pueden ser bastante difíciles de eliminar.
Lo ideal es una formación polivalente que permita conocer y dominar distintos tipos de recursos técnicos, lo que permitirá una posterior dedicación a diferentes tipos de temas hasta alcanzar el propio estilo. La racionalidad reclama ir de lo general a lo particular, de lo genérico a lo singular, a ser posible de una forma progresiva y consciente, en la medida que vayan surgiendo nuevas necesidades.

Son motivos suplementarios que subrayan la conveniencia de implantar en nuestras Agrupaciones una decidida sistematización de conocimientos, así como de un método académico, lo más neutral y polivalente posible, para respetar mejor la maduración artística de los alumnos.
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Con estos comentarios cierro esta primera tanda de reflexiones, que han girado siempre  sobre aspectos relacionados con el mundo de la Acuarela, nuestra particular devoción. En el próximo post se volverá a hablar de la propia iniciativa Acuarelistas. Gracias por vuestra atención.

jueves, 6 de septiembre de 2012

Lo recreativo y lo profesional

La Iniciativa, en 10 preguntas

Lo recreativo y lo profesional

Debemos reconocer lo que haya de cierto en algunas críticas sobre nuestro modo de vivir la práctica acuarelística en el seno de nuestras agrupaciones.
Se dice que demasiadas veces nuestros talleres se parecen a los centros recreativos para la tercera edad, basándose en las edades y en el bajo tono artístico.

Que muchos de nuestros encuentros colectivos y salidas en grupo son similares a las excursiones de barrio, en las que prevalecen las motivaciones recreativas o turísticas sobre las pictóricas propiamente dichas.
Que demasiado a menudo suscita más expectativas la variedad en la barra del buffet libre o en los platos del menú que los hallazgos temáticos o maneras novedosas de plantear encuadres o recursos técnicos en las acuarelas pintadas durante las salidas.

Personalmente comparto algunas de estas críticas.
No me pasa desapercibida la utilidad social de las actividades en grupo, que sin duda nos facilitan el contacto personal, el enriquecimiento humano, las oportunidades de intercambio de nuestras experiencias, que constituye otra forma muy eficaz de aprendizaje.

Soy consciente de que las actividades recreativas y lúdicas son, tomadas en su conjunto,  una magnifica defensa frente al estrés generado por nuestra actividad laboral, sea  de tipo artístico o de cualquier otro sector profesional.
Saber captar los valores turísticos y gastronómicos de las zonas que visitamos en nuestros desplazamientos pictóricos no deja de ser un valor añadido más, de tipo cultural, al objetivo inicial de carácter pictórico. A nivel de actitud individual se impone la necesidad de un equilibrio, una cierta flexibilidad ante un colectivo heterogéneo, para hacer compatible lo lúdico y lo profesional, la disciplina con la tolerancia, en una palabra, la libertad.

En nuestras salidas comunitarias debe buscarse un espacio y tiempo para el comentario de los resultados. Quizás sería oportuno aprovechar algunas salidas, al menos las más especiales, como ocasión de pequeñas exposiciones temáticas realizadas sin prisa a partir de los materiales obtenidos durante la excursión, sean apuntes, fotos o ambas cosas, generando así exposiciones virtuales para ser colgadas después en los blogs de nuestras Agrupaciones.
Puede ser también una buena idea facilitar un breve resumen histórico-turístico de la zona visitada, o ser comentado durante el propio trayecto por alguien que la conozca bien, si se viaja colectivamente.

Todos son recursos útiles para convertir cada salida pictórica en una experiencia siempre enriquecedora, tanto desde el punto de vista artístico, como cultural y social.

 

sábado, 1 de septiembre de 2012

Lo personal y lo colectivo

La Iniciativa, en 10 preguntas

Lo personal y lo colectivo


Defiendo compatibilizar una sana competitividad personal basada en la propia singularidad personal, una mezcla equilibrada de conocimientos, facultades técnicas, sentido estético y acierto en los temas cultivados, con el más escrupuloso respeto a todos los compañeros acuarelistas, en la convicción de ser buscadores de lo imposible, la acuarela perfecta.

Mostrar un sincero agradecimiento al patrimonio educativo acuarelístico generado por cuantos nos han precedido en el tiempo, así como al de tantos artistas contemporáneos nuestros que en estos precisos momentos siguen trabajando a lo largo y ancho del país, aceptando con absoluto realismo y naturalidad que el todo es siempre superior a las partes.

Considero que este tipo de actitud facilita la motivación y la actividad en nuestra práctica diaria, el seguir siempre abiertos a su perfeccionamiento, tratando de no descuidar tampoco algunos ingredientes de altruismo y solidaridad hacia quienes recorren caminos parecidos, con el ánimo dispuesto a cooperar.

Creo que debemos tratar de ser lo más exigentes posible con nosotros mismos a la hora de distinguir entre nuestros legítimos personalismos y las conveniencias generales como colectivo acuarelista.

Saber defender la unidad en lo más fundamental nos permitirá ser más flexibles con los demás, evitando desavenencias innecesarias que demasiado a menudo se convierten en divergencias, nuevas formas  de sectarismo, desunión, que casi siempre conllevan la ineficacia en la consecución de objetivos de más alcance.

No debemos en ningún momento perder de vista que cuanto sea  beneficioso para la acuarela, más bien temprano que tarde redundará positivamente sobre nuestra propia actividad personal.

A mayor unidad y solidez, mayor compañerismo, mayor respeto, mayor poder de atracción, mayor participación y mayores posibilidades de expansión.

Estas reflexiones pretenden una inmunización frente a los riesgos de división debida al exceso de personalismo y a los distintos tipos de particularismo, geográfico, temperamental, ideológico o de simple expresión artística, que demasiadas veces anidan en nuestro interior y en el de nuestras propias agrupaciones.

Si es necesario, seamos generosos a la hora de ceder o renunciar a aquellos  aspectos secundarios que dificulten acciones comunes, siempre que no resulten comprometidos aquellos más básicos que conforman nuestra propia dignidad e identidad  artística.