sábado, 21 de diciembre de 2013

La diversidad -y 4

 
 
Empezando como se acababa el anterior post, de nuevo la misma pregunta: ¿Es aceptable o criticable una gran diversidad dentro de la obra de un mismo artista?

Ante todo creo que son una franca mayoría los artistas que dirigen considerable cantidad de su esfuerzo en tratar de obtener una uniformidad que sea visible en el conjunto de su obra, porque suele interpretarse como signo de una cierta coherencia, madurez y personalidad, que posibilita la identificación del autor ante la simple visión de su obra, sin necesidad de leer su firma.

Aunque eso es así, todos conocemos también otros artistas también serios que muestran un particular polimorfismo en su producción, a veces haciendo bandera de tal actitud. Para ellos cada obra debe ser singular, siempre distinta y por ello valoran la similitud como un signo de debilidad, un tic manierista, adjetivo que siempre lleva aparejado una connotación negativa. Lo subjetivo, lo irrepetible debe primar siempre sobre el componente objetivo de la realidad que sirve de modelo, que únicamente debe servir como activador del proceso creativo, autónomo y variable como cada momento de nuestra vida.

Evidentemente nos estamos refiriendo a aquellos casos de diversidad intensa y coetánea, no la que aparece en la evolución del artista en función de su edad y condiciones biográficas, que siempre resulta conveniente, aunque pueda adquirir diversas intensidades en cada caso concreto.

Podemos ponernos de acuerdo en que disponer de una amplia variedad de registros siempre suele ser signo de riqueza y de capacidad, tanto cuando se refieren a las propias temáticas (paisaje, marinas, figura, etc.) como a las gamas cromáticas utilizadas o al propio lenguaje plástico, siempre que se atisbe cierto hilo conductor. No cabe duda de que resultará siempre más difícil defenderse de la acusación de monotonía excesiva, sea temática, de colorido, de lenguaje o técnica.

La respuesta acertada sobre la legitimidad del supuesto exceso en la diversidad mostrada por algún artista en concreto solamente la conoce él mismo. Tan solo él sabe de una forma más o menos consciente los profundos motivos de su polimorfismo pictórico, su verdad, su autenticidad, cuando van más allá de las modas, influencias externas y de la inseguridad personal que puede producir indecisión en cuanto al propio camino plástico en un momento dado. Como también al propio artista le corresponde la responsabilidad de resolver el dilema, corrigiendo o manteniendo tal diversidad.

En tales casos un observador externo, si desea ser responsable, debe tratar de ser tolerante y respetuoso con la actitud de cada artista. Lo que no significa que no sea más partidario de una evolución gradual que de un estatismo absoluto, a la vez que pueda preferir constatar cierta regularidad que interpreta como signo de una mínima convicción intelectual.

Si además el mismo observador percibe algún tipo de paralelismo entre la evolución del conjunto de una obra y la propia experiencia personal del artista, siente mayor tranquilidad. En todo caso, ante la duda siempre hay que escoger la libertad para el artista.
 
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Aprovecho la ocasión para desear a todos unas Felices Navidades, así como los mejores augurios para el nuevo Año 2014, que ya nos está acechando desde una cercana esquina, con toda la incertidumbre de lo que está por venir, que esperemos sea cada vez más grato, ya que se está haciendo cada vez más necesario.
 
 

viernes, 22 de noviembre de 2013

La diversidad -3

 
¿Es aceptable intentar poner algún tipo de límite a la manifiesta diversidad lograda durante las dos décadas últimas en el ámbito de la práctica acuarelística?
 
A buen seguro que ya el simple planteamiento de la pregunta sería por sí mismo capaz de suscitar recelos y  protestas en una gran parte de acuarelistas que fueran consultados sobre este asunto, tal es el grado de universalidad conseguido en la aceptación del principio de libertad creadora, hoy considerada una irrenunciable conquista de las vanguardias del siglo pasado.
 
Mi intención, al plantear así el asunto, no es otro que una saludable provocación intelectual. Por supuesto que no hay ninguna duda de que los márgenes de la libertad creativa han de ser tan amplios como sea posible, tanto en su aspecto estrictamente formal (temáticas, formatos, lenguajes, etc.) así como en el técnico (soportes, materiales, procedimientos, etc.), aunque no estaría de más añadir una precisión: siempre que no sean vulneradas o puestas en serio compromiso aquellas condiciones que definen la naturaleza de la acuarela.
 
A título meramente personal, considero que entre todas las características de la acuarela, la cualidad de la transparencia es la más esencial y constitutiva de esta técnica pictórica. Consiguientemente, pienso que las obras que de forma  manifiesta sustituyan por opacidad amplias zonas de la superficie pintada, no deberían ser catalogadas como acuarela sino como técnica mixta, con sus consiguientes efectos. De esta manera se evitaría violentar lo más específico de la técnica.
 
Nótese que ello no excluiría un uso restringido de algunos elementos total o parcialmente opacos, -que en ciertas ocasiones pueden estar más que justificados, ante ciertas dificultades descriptivas, o aunque fuera tan solo por la simple voluntad del artista-.
 
Es evidente que un enunciado así puede dar paso a polemizar sobre qué se entiende por una zona amplia, si debería ser cuantificada en porcentajes de la superficie, etc., juego en el que no me atrevería a entrar y que es tarea que concierne a quienes deben tomar decisiones en algún momento determinado, como por ejemplo desde la posición de un comité para la  selección de obras en aquellas muestras acuarelistas que lo requieran.
 
Como que el derecho a ser transgresor no puede ser patrimonio exclusivo de los artistas, también puede afectar a los propios miembros de estos comités, y de hecho es lo que ocurre en algunos casos, cuando se observa la facilidad con que se aceptan ciertas extralimitaciones que a primera vista parecen comprometer la naturaleza propia de la técnica.
 
A fin de cuentas –deben pensar- tampoco pasa nada. Al menos mientras que una notable mayoría siga respetando las normas básicas, no existirán graves riesgos para los intereses de la técnica acuarelística...
La supervivencia de la Acuarela como tal exigen, en mi opinión, algunas dosis de prudencia por parte de todos, de modo que un rechazo argumentado de ciertos planteamientos radicales excesivamente destructores, puede ser no solamente aceptable, sino incluso conveniente. Siempre cabe competir en modalidades más apropiadas.
 
Este tipo de situaciones, siempre delicadas, deben ser encaradas todavía con mayor sensibilidad en aquellas iniciativas actuales que precisamente pretenden de forma explícita potenciar la innovación, la experimentación, actitudes siempre plausibles y merecedoras de todo apoyo, aunque también de cierto discernimiento.
 
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Un aspecto más a valorar en relación con la diversidad es el que tiene que ver con la que se da dentro de la obra de un mismo artista, tema que por su propia naturaleza es más vidrioso aún que el anterior, ya que se vincularía de modo más estrecho con su indiscutible derecho a la libertad personal.

De nuevo la misma pregunta: ¿Es aceptable o criticable una gran diversidad dentro de la práctica de un mismo acuarelista?

Lo dejaremos para el próximo post.

martes, 15 de octubre de 2013

La diversidad -1


 
 

 
La simple casualidad de coincidir en el tiempo dos eventos acuarelísticos relevantes a cargo de dos excelentes acuarelistas de nuestro país, Jesús Lozano Saorín y Manel Plana, que practican unos lenguajes bien diferentes entre sí, me ha hecho reflexionar sobre la necesidad de mantener siempre una actitud tolerante y lo más abierta posible ante las formas más dispares de entender la acuarela. No solamente eso, sino la obligación de tratar de fomentar ampliamente dicha diversidad en aquellos ambientes que sean aptos para la divulgación del conocimiento artístico.
Todos conocemos bien que si la acuarela ha conseguido ganarse un pequeño espacio dentro del mundo de la pintura  ha sido a través de un esfuerzo mantenido en el tiempo y también a haber jugado sus mejores cartas, entre las que han destacado la ortodoxia de la técnica, la exigencia de unos mínimos requisitos de calidad respecto al soporte de papel, la predilección por los formatos pequeños, la ejecución generalmente en pocas sesiones, cuando no en una sola, dado el carácter propio de la técnica, que permite aplicar sucesivas capas en espacios cortos de tiempo, siempre que se den unas favorables condiciones de humedad.
Algunas de estas características han favorecido entre otras cosas una mayor práctica colectiva, aprovechando salidas pictóricas hacia lugares de interés, en las que se estrechan relaciones con otros acuarelistas. Se dirá que ello ocurre también en cualquier otra técnica y es verdad, pero justo es reconocer que la diversidad de posibilidades técnicas, tamaños, soportes, etc no facilita las cosas a tales colectivos, lo que está en la raíz misma de la prevalencia tan desigual en cuanto a los movimientos asociativos, ampliamente extendidos entre los acuarelistas, dando lugar a unas agrupaciones activas, algunas de ellas de largo recorrido.
Es probable que en tales movimientos no pueda excluirse cierta actitud de defensa de los propios intereses entre los practicantes de la acuarela, técnica que todavía hoy demasiadas personas consideran como un arte menor, remisas a considerar pintura a nuestras aguadas. Sin embargo, se trata de opiniones en franca regresión que solamente una mente muy radical y rigorista puede defender con un mínimo de honestidad intelectual.
En realidad todos los condicionantes sociológicos más arriba apuntados poseen en sí mismos un cierto efecto uniformador, por inevitable contagio entre las formas de hacer, las conocidas influencias, que como tales han existido y existirán siempre entre artistas de ámbitos cercanos geográficamente. Tales influencias se hacen más patentes en el interior de aquellos grupos que se constituyen alrededor de algún artista de más talento, que aún sin pretenderlo llega a constituirse en un verdadero maestro, admirado por su saber mientras se le intenta copiar de modo formal y acrítico, o escrutar inteligentemente y en silencio, con el objeto de penetrar el secreto que se esconde dentro de la propia excelencia.
En cualquier caso, coincideremos en que es innegable que durante estas últimas décadas las cosas han ido cambiando de una manera sustancial, y ello por muy diferentes motivos:
-La inquietud creciente entre los artistas plásticos, siempre en pos de un valor fundamental, la creatividad, entendida a menudo como diferencia, ruptura y transgresión, modelo inoculado entre los jóvenes emergentes como una cualidad imprescindible para demostrar la propia valía.
-La movilidad geográfica, con la consiguiente apertura hacia otros naciones y otros continentes, especialmente hacia los países europeos más adelantados y Norteamérica, donde el arte ha sido más proclive a desarrollar todo género de las inquietudes antes insinuadas, a lo que habría que añadirse la difusión de las filosofías del lejano oriente, desde donde han llegado formulaciones introspectivas, desmaterializadoras, líricas, minimalistas, que ponen mayor énfasis en espacios diáfanos y vacíos, favorables al silencio, a veces complementados por los desahogos enérgicos y vitales del movimiento gestual, en gran parte reminiscencia de la propia escritura oriental. Para acabar de completar la descripción debería citar las influencias del llamado tercer mundo, con todo su primitivismo formal, el cromatismo desbordante del arte africano y del hispanoamericano, que presentan unas iconografías marcadas por sus particulares coordenadas culturales, creencias y movimientos sociopolíticos.
-La hiperproducción de bienes, derivada de la industrialización y del capitalismo dominante, que ha provocado la aparición de múltiples productos de consumo con utilidad artística, como nuevos pigmentos, multitud de sustancias que permiten ampliar el espectro de los soportes aptos para pintar con acuarela, aún con evidentes dificultades de incierta solución, todo hay que decirlo. En cambio, otras limitaciones como las que tienen que ver con el tamaño de papel utilizable han desaparecido gracias a la multitud de tamaños disponibles, desde los pequeños cuadernos utilizados por los movimientos urban-sketchers hasta los inacabables rollos utilizados por todos los artistas partidarios del gran formato.
Todo ello provoca condiciones favorables al abandono de aquel estilo tan propio de la acuarela clásica, como eran aquellas acuarelas inglesas con su esmerado dibujo subyacente, los apuntes perfectos, sus expresivas ilustraciones, tantas y tantas filigranas fruto de un tiempo que, para bien o para mal,  era bien distinto del que nos toca vivir hoy...

(Seguirá)

jueves, 26 de septiembre de 2013

Nueva temporada

De nuevo las maquinarias de nuestras instituciones acuarelísticas comienzan a ponerse en movimiento ante la nueva temporada, ante un nuevo curso siempre interesante como todo lo que está por suceder. Cada una de ellas con sus propio estilo, se disponen a acometer su agenda de actividades, que constituye su auténtico programa, en el que siempre resalta un insaciable deseo, el de aumentar el número de quienes practican la acuarela así como la propia calidad de sus obras.
Como ya insinuaba en el anterior post, se advierte un renovado dinamismo que podría casi considerarse un auténtico milagro en momentos con tantos factores proclives al desaliento.
Estoy convencido de que a nivel individual cualquier intento de superación, toda reflexión en busca de una mayor comprensión de nuestras motivaciones personales, toda valoración del propio lenguaje utilizado, redundarán siempre en algún tipo de mejora, por pequeña que nos pueda parecer.

En el plano de nuestras organizaciones, que son también otros organismos vivos, dotados de estructuras anatómicas y fisiología propia, ocurre también algo similar. Más allá del lógico aumento de nivel que pueda suponer la suma de pequeñas decisiones individuales, el efecto de una vertebración inteligente e integradora, la sabia canalización de las diferentes energías de cada uno de los asociados, se traducirá inevitablemente en un mayor resplandor en todas las agrupaciones que actúen con discernimiento.
Porque hay que entender que en nuestros colectivos nadie sobra. Ni las gaviotas solitarias, a veces obsesionadas en volar cada vez más alto y mejor, ni los apacibles espíritus más gregarios que siguen con cierta pasividad el movimiento mayoritario. Ni los veteranos guerreros, que siempre poseen referentes de interés, que serán de gran utilidad en el ámbito del archivo y de la historia, ni los jinetes inquietos que llevan la técnica hacia nuevos espacios, nuevos rincones donde dejar -a menudo de modo inconsciente-, semillas que otros anónimos espectadores se encargarán de convertir en árboles y en flores. Ni los firmes partidarios de la ortodoxia en el concepto o en la praxis,  ni los espíritus transgresores que jamás parecen conformarse con los resultados obtenidos, aquellos que sienten como una invencible alergia hacia cualquier clase de camino trillado…
Quienes dirigen nuestras agrupaciones tratarán de reconocer las distintas posibilidades de los asociados, con el objeto de descubrir la mejor manera de conducirlos de forma integrada, con lo que se conseguirán resultados superiores a la simple suma de sus componentes.

Vaya para todos, acuarelistas y dirigentes, un animoso saludo con el  deseo de que sepamos todos superar las dificultades que siempre aparecen en el camino diario.
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Entre todas estas actividades que se están iniciando en estas fechas, es obligado referirse a las que tendrán lugar en próximas fechas en la ciudad de Granada, como celebración del Milenio del Reino de Granada, organizados por la Vocalía provincial de la Agrupación de Acuarelistas de Andalucía, que con tanto acierto dirige su presidente Elías J. Cañas. No me cabe la menor duda de que este encuentro Nacional de Acuarelistas constituirá una experiencia exitosa, un acontecimiento enriquecedor para todos. Tener ocasión de compartir sesiones de pintura en marcos tan cargados de historia como la Alhambra o la zona del Albaycín resultará toda una grata e inolvidable experiencia.


 
Aprovecho la ocasión para resaltar una muestra individual que hoy se inaugura en Madrid, en Paseo del Prado, 1,  del conocido acuarelista andaluz Nemesio Rubio, que cuenta con un amplio bagaje expositivo y un gran dominio de la técnica, de la que extrae unos resultados pictóricos de alto nivel mediante el uso inteligente de sus recursos. La osadía de acometer temas de notable dificultad habla por sí misma de su excelente dibujo, siempre tan necesario en nuestra técnica. Le deseamos todo el éxito.

A caballo de ambos temas, el de esta exposición y el Encuentro de Granada, me permito citar una exposición colectiva que está teniendo lugar en el espacio de la galería de Arte La Zubia, justo al lado de Granada, en la que me cabe el honor de participar junto con un selecto grupo de artistas de todo el país, en la que también pueden verse obras del extraordinario acuarelista granadino Galán Polaino, dominador como pocos de los temas de figura humana.
El siguiente enlace ofrece información sobre dicha exposición: http://www.galeriadeartelazubia.com/exposicion/exposicion-colectiva-septiembre-2013/

 

lunes, 9 de septiembre de 2013

Motivos para la esperanza

A finales de julio, pocos días antes de finalizar la temporada, como cualquier otro socio de nuestra agrupación de acuarelistas, recibí un correo/circular con la salutación de despedida de  curso y el protocolario deseo de unas buenas vacaciones, a la vez que se nos adjuntaba un somero avance de  la programación de las actividades previstas para el nuevo curso que ahora estamos acabando de empezar.
Quedé gratamente sorprendido ante una notable lista de eventos que formarían parte de la dinámica regular de nuestra agrupación, que de este modo demostraba claramente la existencia de renovados impulsos en aras de enriquecer el contenido global de la asociación, a la vez que sugería la superación de cierta impresión de atonía que parecía haber tomado carta de naturaleza entre nosotros durante un tiempo excesivamente largo.
La consolidación de una serie de cursos ya habituales, a los que se añadirían nuevos cursos y talleres, como el de acuarela creativa a cargo de Kolo, la continuación siempre ilusionante de los grupos móviles, que desarrollan la modalidad urban-sketcher, así como la inagotable energía de personalidades como Teresa Jordà y la adhesión de nuevos artistas como el excelente artista sabadellense Joan Coch, contribuirán sin ningún género de duda a empujar hacia arriba el nivel colectivo de nuestra obra acuarelística.
Cualquier enamorado de esta técnica no podría sino sentir profunda satisfacción y alivio, por lo que tiene de esperanza con vistas a alcanzar objetivos que compartimos.
Aunque es natural que por mi residencia en Barcelona viva más de cerca lo relativo a esta Agrupación, no parecen ir a la zaga otras agrupaciones, como AEDA, los Acuarelistas Valencianos, los Aragoneses que están casi a punto de disfrutar el Segundo Encuentro Nacional en Les Paules, la pujante Agrupación Andaluza que ya ha ultimado los detalles de su próximo Encuentro Internacional en homenaje al Milenio del Reino de Granada, que sin ninguna duda constituirá todo un éxito de participación y calidad, preludio del Simposium Europeo previsto para 2014.
Mirándolo en conjunto, podría decirse con bastante objetividad que la concatenación prolongada de tantos elementos negativos para el Arte no han resultado ser suficientes para detener el dinamismo propio de una actividad que aunque no constituye una necesidad perentoria ni básica como puedan serlo otras que sí lo son, -como el alimento, el vestido, la vivienda, etc. - sí que parece íntimamente vinculada a la propia naturaleza humana. 
Se trata de esa chispa que supone el impulso creativo, que emerge una y otra vez en pos de la representación de la belleza, siempre diversa y plural, siempre abierta a nuevos lenguajes, pero que genera en los que son más sensibles algo así como una sensación de vacío intelectual y emocional, que requiere su apropiada satisfacción.
Para mí personalmente, asediado en ocasiones por ciertas reticencias, en forma de dudas sobre la oportunidad y el acierto en promover actividades que a juzgar por la evolución de los hechos parecen haber perdido una parte importante de su utilidad práctica, la constatación de tales movimientos colectivos, generalmente suma de muchas voluntades individuales, me proporciona no solamente alegría sino también cierta tranquilidad.
Y es que tales informaciones nos permiten legitimar la parte de nuestras energías dedicadas a excitar el gusto por la práctica artística de la Acuarela.
Tras un sencillo análisis de conjunto tengo la percepción de que existe una proliferación creciente de las actividades didácticas, bien sea en forma de Cursos, Talleres, sesiones tipo Masterclass, etc., a cargo de los acuarelistas más relevantes, así como de los más intrépidos, todo lo cual supone un enriquecimiento en cuanto a ofertas para quienes se están iniciando. Posiblemente supone también para quienes imparten dichas enseñanzas una forma de compensar pérdidas derivadas de la reducción de actividades expositivas, consecuencia de la situación general de la economía.

martes, 16 de julio de 2013

Remodelación de este espacio -2

...PÁGINA EN FASE DE REMODELACIÓN...
 
  
Tal como se había indicado en los últimos posts, en estos momentos ya se ha empezado a modificar el contenido de algunos apartados, como por ejemplo el de la información sobre Agrupaciones, que a partir de ahora dependerá de la que suministren sus lugares de referencia, bien sean en forma de web tradicional o espacios tipo blog.
Como algunos de vosotros ya habréis tenido ocasión de comprobar, también se ha procedido a cambiar la presentación visual del propio apartado Acuarelistas, de modo que desde el principio aparezca visible la imagen de una obra de cada artista, lo cual no supone ningún menoscabo para el acceso al resto de sus obras o a los enlaces hacia sus específicos blogs o sitios web.
Creo que con este cambio se hará más agradable la navegación por la página.  Por otra parte, al simplificar las adscripciones geográficas a solamente cuatro bloques, resultarán también más fáciles de localizar.

La idea es ir añadiendo, sin prisa, nuevos acuarelistas al espacio, especialmente a través de la información suministrada genéricamente por internet o bien a través de las propias asociaciones a las que pertenezcan, con lo cual se ganará en interés. Como se ha hecho escrupulosamente hasta ahora, se intentará siempre que sea posible la comunicación con cada uno de ellos, pese al ánimo meramente informativo de este espacio.  
 
El apartado Encuesta se ha eliminado transitoriamente, para ser sustituido por otro que se denominará algo así como InfoPlus, en el cual se mostrarán datos que puedan tener algún interés, empezando por la propia encuesta, de la que se mostrarán allí sus resultados y los comentarios sobre la misma, así como los objetivos iniciales de la iniciativa, el programa del curso básico de Acuarela que contemplaba el proyecto inicial, resúmenes de las reflexiones que puedan tener algún interés, nuevos datos que con  toda probabilidad irán apareciendo a lo largo de los meses, etc.
El apartado Objetivos los seguirá reflejando, con cuantas limitaciones se quieran, si bien habrán de ser periódicamente redefinidos de acuerdo con la evolución de los hechos, siempre una de las mayores incógnitas, puesto que nunca es fácil adivinar el futuro. Quizás por ello sea el apartado que va a resultarme más difícil modificar.
Estoy convencido de que a lo largo de este tiempo estival alguna solución se encontrará, ya que en realidad no ha habido ningún cambio sustancial en cuanto a los objetivos que se pretenden, que no son otros que ayudar a motivar y contribuir con todos vosotros al ejercicio y perfeccionamiento de esta maravillosa técnica.

domingo, 7 de julio de 2013

Remodelación de este espacio -1

 
 
Como ya había insinuado en  alguna ocasión anterior y muy explícitamente en el último post, trataré de explicar en qué va a consistir la remodelación del espacio Acuarela y Acuarelistas, transcurrido un año de andadura.
Tal y como se ha venido explicando a lo largo de todo este tiempo, a veces pienso que de una forma demasiado reiterativa, traté que desde el principio adoptara un aspecto serio también en cuanto a forma, que fuera coherente con el talante racional y basado siempre que fuera posible en la evidencia. No por otro motivo quise iniciarlo con un punto de partida objetivo, como fue la encuesta en la que participaron doscientos acuarelistas españoles, cuyos datos fueron posteriormente analizados y valorados estadísticamente. Tales resultados seguirán publicados en el epígrafe Encuesta.

Teniendo en cuenta que el leit-motiv de este espacio es la Acuarela, tanto en su vertiente técnica como especialidad dentro de los procedimientos pictóricos, seguirán manteniéndose los apartados referentes a Historia, Materiales, Técnica y Estilos, etc. Nos contentaremos con unas bases mínimas, a las que podrán añadirse nuevos contenidos siempre que se considere  conveniente. Aprovecho en este punto para reiterar la apertura hacia todo tipo de aportación informativa concerniente a cada uno de dichos apartados.
Cualquiera que tenga cierta experiencia en la navegación por Internet en pos de información referida a la acuarela, sabe que son interminables los enlaces a los que se tiene acceso, que conducen hacia contenidos técnicos teóricos o prácticos, a menudo en forma de presentación fotográfica o grabaciones de video que nos permiten acercar las obras y los modos de trabajo de tantos artistas procedentes de todos los continentes, algunos de ellos extraordinarios. Todo ello queda fuera del ámbito pretendido en este espacio, que sí que desea en cambio incitar a la búsqueda de dichos contenidos, puesto que de este modo se demuestra nuestra inquietud, fundamental en todo proceso curricular personal. No se puede olvidar que la red es fecunda fuente de información, que cada uno debe después filtrar y digerir adecuadamente.

Como parte informativa importante dentro de la acuarela es obligado dedicar un apartado específico a nuestras Sociedades, Asociaciones y Agrupaciones de acuarelistas, que tratan de reunir a los amantes de esta técnica, con objeto de promover su práctica, su promoción, así como la coordinación de actividades artísticas y sociales que permitan aglutinar el colectivo.
Estas asociaciones, todas ellas entidades sin ánimo de lucro, como explícitamente reconocen sus estatutos, cumplen una función inapreciable que sólo merece nuestro reconocimiento y apoyo sin reservas, nuestra participación para potenciar su dinamismo, así como también nuestra leal valoración crítica como manifestación de libertad, siempre desde una actitud lo más constructiva posible.

Así pues, seguirá disponiendo de un apartado propio, Agrupaciones, aunque en su interior se modificará el contenido, sustituyéndolo por los enlaces específicos de cada una de ellas, con el objeto de que la información se mantenga permanentemente actualizada.
Llegamos por fin al apartado dedicado a los Acuarelistas, que hasta ahora estaba tal vez en exceso  dividido en función de las múltiples asociaciones a las que pueden pertenecer,  a las cuales  se añadía el grupo de los Independientes, el más numeroso por cierto, entendiendo por tales los que no se encuentran adscritos a ninguna agrupación de las conocidas. En este bloque, el de los acuarelistas, es donde se hará más visible la remodelación, por dos motivos.

Por un lado se sustituirá el listado de las agrupaciones por su topografía geográfica, con objeto de reducir el número de apartados, que posiblemente quedará reducido a seis grupos o zonas, a saber: Norte y País Vasco, Cataluña, Levante y Baleares, Andalucía y Canarias, Zona central, así como los Independientes.
Por otro, se agregará encima de cada uno de los nombres de los acuarelistas listados la imagen de una de sus Obras, que también enlazará con la pequeña colección que ya se mostraba en la versión previa.

De este modo, la navegación se hará algo más atractiva a primera vista. Soy consciente de que el aumento del contenido gráfico puede provocar algún retardo en el acceso desde equipos con menores recursos de RAM o lugares con menor velocidad de transferencia de Internet, si bien se intentará evitar con una mayor compresión de la imagen escogida como muestra.
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miércoles, 3 de julio de 2013

Feliz Verano


 
Con esta bella imagen post-pluvial de una rosa delicada, saludo con todo agradecimiento a cuantos tenéis la paciencia de seguir visitando este espacio, pese a un quietismo más propio del mes de agosto.
La realidad es que ha sido una primavera algo más ajetreada que otras y no siempre se alcanza a cumplir todas las metas que uno mismo  se va imponiendo.
 
La idea es realizar cierta remodelación del espacio, lo que salvo caso de fuerza mayor que lo impida espero hacerlo en el transcurso de este mes de julio. En breve se explicará en que consistirá la antedicha reconstrucción, así como los motivos para la misma.
Hasta pronto, pues, y ¡Feliz Verano 2013!

martes, 28 de mayo de 2013

Los tiempos pictóricos

 
Como ocurre en cualquier otro tipo de actividad, también en la artística existen normalmente variaciones de intensidad derivadas de distintos factores, como son el propio ritmo biológico, las estaciones del año y, por supuesto, los compromisos que se hayan podido adquirir.
Es bien conocido que las actividades que implican componentes significativos de creatividad producen un consumo adicional de energía mental, y por tanto requieren estar seguidas de un descanso proporcional.
No podemos esperar uniformidad en las formas de trabajar de los artistas, por lo general ya de por sí personas más irregulares que quienes cultivan otros sectores laborales. De este modo, desde los de carácter más ordenado, organizados en horarios precisos que se cumplen con el mismo rigor que cualquier otro trabajo por cuenta ajena, hasta los más anárquicos, de raíces bohemias decimonónicas inspiradas en manidos estereotipos o en una interpretación radical de ciertas cualidades como la originalidad, cuando no la genialidaddel artista, caben múltiples formas de repartir los tiempos de dedicación a las actividades pictóricas.

Justo es decir que también la técnica influye en actitudes tan divergentes. Mientras alguna de ellas como el óleo y técnicas mixtas tienen mayores requerimientos en cuanto a tiempo, nosotros los acuarelistas nos podemos permitir mayores dosis de flexibilidad, debido a la propia rapidez con que habitualmente ejecutamos las aguadas. Tal vez algunas excepciones sean la opción hiperrealista, que precisa de mayor dibujo y detalle, como también aquellas que utilizan sistemáticamente una amplia variedad de aposiciones, como collages, grabados, improntas y texturas, que por sí solas ya son motivo de una mayor meticulosidad, aparte de la necesidad de mantener los intervalos de tiempo de secado para los diversos tipos de médiums y pegamentos utilizados.
En otras ocasiones se trata de condicionamientos diferentes, como los derivados de la propia actividadlaboral cuando, como ocurre frecuentemente, no es la artística nuestra actividad principal. Todos sabemos que en ciertos casos se pinta cuando se puede, a veces durante los fines de semana o en períodos vacacionales, cuando existe mayor disponibilidad de tiempo.

Personalmente, reconozco mi natural tendencia a ritmos oscilantes de cierta intensidad, a menudo exagerados por la obligación que se percibe ante una cercana exposición.
Durante algún tiempo mantuve la costumbre de dejar muchas obras a medio hacer, tras las habituales sesiones del natural o en el propio taller, dejando pendiente su finalización para fechas más próximas a las exposiciones para las que estaban concebidas. Con ello perseguía una mayor coherencia en el conjunto de la muestra, al haber estado ejecutada en períodos más estrechos de tiempo.

Este método, provocado por la conveniencia de optimizar mis desplazamientos pictóricos, en especial aquellos más lejanos, posibilitaba disponer de una mayor producción al final del consiguiente viaje, aunque fuera en forma de unas obras inacabadas pero que ya tenían el formato definitivo.
Hoy no me atrevería a recomendar este método de trabajo, principalmente porque aún sin desearlo, se introduce cierta dosis de fraude, un proceso algo forzado que obliga además a disponer del consiguiente soporte documental de cada obra para poderla finalizar con ciertas garantías, ya que habitualmente los detalles se concretan en las últimas fases de su realización.

Otro motivo para no recomendarlo es la propia experiencia, haber sentido cierto malestar a la hora en que tocaba acabar unas obras en las que, a pesar de estar inacabadas, se advertía a menudo una lozanía y frescor que sientes peligrar ante la sesión final artificiosa. Porque creo que todos estaremos bastante de acuerdo en que la emoción suscitada por el natural no es comparable al que es capaz de despertar una fotografía, aunque haya sido previamente mejorada tras una adecuada edición digital.
Sin ningún género de dudas, para las situaciones de movilidad geográfica parece mucho más razonable la utilización de notas de viaje, de las que hay incontables ejemplos entre los artistas de cualquier época, técnica o nivel.
 

Estos bocetos servirán posteriormente de eficaz referencia para la posterior realización de las obras a tamaño definitivo. En tal aspecto, resulta evidente el progreso que supuso la aparición de la fotografía, que facilitó enormemente las cosas a los pintores, y que nos las facilita todavía más en los tiempos actuales gracias a la rapidez con que se ha impuesta la fotografía digital, lo que nos permite disponer de cantidades ingentes de material gráfico que hubieran sido inimaginables en cualquier otra época, con unos costes de revelado mínimos, los que cada uno considere necesario para una situación concreta.
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En el momento actual existe un movimiento ampliamente difundido a lo largo y ancho de la geografía mundial, cuya actividad pictórica se desarrolla a través de los cuadernos, de los que existen una abrumadora variedad, casi podríamos decir tanta como personas cultivan esta modalidad.
 
Y dentro de este movimiento los más dinámicos hn sido quienes han centrado su actividad en los ambientes urbanos, habiendo dado origen a los urbansketchers, por todos conocidos, con una variada oferta de salidas en grupo, que llevan el valor añadido de consolidar al mismo tiempo lazos sociales y de amistad que siempre resultan atractivos para todos aquellos artistas que comparten simplemente una afición o una pasión como es la de pintar acuarelas.

domingo, 5 de mayo de 2013

Artistas, sensibilidad, lo social


Parece que existiría bastante acuerdo en que existen algunos rasgos que podríamos calificar como una cierta predisposición artística que, aun siendo difíciles de identificar con precisión, sugieren algún componente genético, por más que requieran ciertas condiciones ambientales propicias para su manifestación. Como tampoco puede negarse que en otras ocasiones son unas concretas situaciones personales, de apariencia arbitraria, aleatoria, que aparentemente desencadenan vocaciones artísticas en condiciones particularísimas que a veces sorprenden por lo anecdótico.  
Como la mayoría de las actividades humanas, también las artísticas han sido sujeto de estudios científicos sesudos, a cargo de las neurociencias, la biología molecular, estudios funcionales y de neuroimagen, que personalmente siempre me han resultado inquietantes, por un innato recelo a que dichos estudios pudieran ceder ante tentaciones de dominio, de conductismo en sentido utilitarista, llevando a la práctica ideologías de tendencia determinista, que en dichas  circunstancias estarían sancionadas por la autoridad, al estar sustentadas en pruebas. En un estudio de Jean-Pierre Changeux que ha caído en mis manos incluso se llega a analizar el probable fundamento biológico del simple coleccionismo artístico. 

Sin entrar en valoraciones sobre la autenticidad de una base genética, sin haberse llegado a unos grados de conocimiento de la realidad que permitan una manipulación como la antes expresada, parece que sí existiría cierto consenso en la presencia de una cualidad, que solemos describir como sensibilidad. Algo así como una especial receptividad hacia la belleza, análoga a la que aparece cuando el sujeto de valoración es de orden ético en forma de una manifiesta preocupación por el grado de bondad de las acciones humanas. Y en cierto sentido como las que se dan en el plano intelectual, en forma de un movimiento de atracción y de interés hacia el conocimiento, la sana preocupación de alcanzar lo verdadero, la realidad de las cosas.
Del artista y de su elevación se espera justamente una actitud suficientemente desvinculada del poder y de todos aquellos intereses basados simplemente en un utilitarismo inmediato, que se manifestaría por una posición independiente y libre, fruto de una conciencia honesta sensible hacia lo bello y hacia lo bueno. Algo similar se espera también del intelectual y del científico, por el mero hecho de contar con una mente privilegiada.

De tales expectativas surje el impacto que tienen ante el resto de la sociedad las actitudes de los artistas y de los intelectuales, evidentemente proporcionales  a su verdadera talla.
De ahí la multitud de ejemplos que la historia ha dado a través de científicos, pensadores y  artistas, que han sabido permanecer críticos frente a los desmanes del poder, cuando éste se desliza hacia comportamientos despóticos.

En el ámbito artístico es ya tradicional la ayuda prestada hacia colectivos desprotegidos, muy en especial aquellos relacionados con la enfermedad, muy particularmente  ante ciertos tipos de trastornos ante los que la Medicina no consigue dar con soluciones satisfactorias.
Todos conocemos variados tipos de subastas, tantas exposiciones cuyos ingresos económicos son total o parcialmente dedicados a colectivos frágiles, como los que pertenecen al tercer mundo o a las áreas que soportan mayores tasas de desempleo, tantos y tantos proyectos bien distintos entre sí, pero siempre con el común denominador de la solidaridad.

De tal forma se cumple en mayor o menor grado una cierta función social, que parece exigible a quienes están en condiciones de ceder parte de sus energías, de su producción artística, de modo que contribuiría a la bidireccionalidad propia de la justicia. De todas formas, tales actitudes no pueden pretenderse de obligado cumplimiento, ya que siempre debe primar la decisión libre de cada artista, que en demasiados casos y muchos momentos de su vida no  deja de pertenecer también a un grupo vulnerable.
En otras ocasiones se trata de posicionamientos de oposición a determinados proyectos, cuando se perciben comprometidos otros valores que se consideran justos, como ocurre en tantos y tantos desajustes, desequilibrios, cuando no despropósitos, que suelen provocar repercusiones negativas sobre la propia sociedad. Constituye un elemento positivo el cultivo de la sensibilidad social, que nos permite tanto el alivio de los problemas presentes mediante la acción como la prevención de otros futuros mediante la oposición constructiva y pacífica hacia hechos que hacen previsibles más problemas que beneficios.
 
Siempre desde una prudente distancia, siempre desde la objetividad. No cabe duda que ésta será también una forma digna de ser artistas.

lunes, 29 de abril de 2013

   

   
 
Me resulta muy satisfactorio desde este espacio Acuarelistas hacerme eco de la información que he recibido a través de la Agrupación de Acuarelistas de Andalucía, referente a la convocatoria de un  próximo Encuentro de Acuarelistas de Córdoba y el II Concurso Nacional de Acuarela Lucas Prado, que gira alrededor del tema de los Patios cordobeses.
Se trata de una invitación abierta a todos los acuarelistas españoles, que de este modo tendrán ocasión de disfrutar de la belleza luminosa de tantos recónditos espacios multicolores donde los tonos rosados y rojos de las flores forman una infinita salpicadura sobre la multitud de manchas verdes de sus variadas plantas, todos ellos sobre el vibrante telón de fondo de unas paredes encaladas, que en sus planos inferiores limitan a veces con arcos y siempre con sus variadísimas cerámicas, que muestran toda la filigrana propia de la influencia árabe.
Los Patios Cordobeses, justamente reconocidos en todo el mundo, que pueblan los interiores de las casas de una ciudad que respira historia por todos sus poros y que han sido declarados recientemente Patrimonio de la Humanidad.
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El Certamen Nacional lleva el nombre de Lucas Prado, artista que para siempre constituirá un referente de la acuarela andaluza, persona de grata memoria para todos los que tuvieron la suerte de conocer.




Pintor de amplia variedad temática, aunque mostrando preferencia manifiesta por todas las variantes paisajísticas, con un dominio total de las aguadas, que siempre estaban sustentadas sobre una construcción sólida y equilibrada. Como buen acuarelista, era también persona sumamente cuidadosa, tanto en la propia ejecución de sus obras como en lo que podríamos denominar postproducción, la presentación pública de sus acuarelas, que cuidaba con toda esmero hasta en los mínimos detalles, mostrando gran dominio de toda suerte de  manualidades.
Todo ello no era sino el revestimiento externo de una personalidad modesta y sencilla, que le proporcionaba un carácter afable y cordial, que siempre es de agradecer cuando se trata de trato entre artistas. Tuve la suerte de coincidir con él en una de las últimas ediciones de Arte Sevilla, donde casualmente ocupábamos stands muy próximos entre sí, lo que facilitó un amplio cambio de impresiones respecto a la pasión que compartíamos, la acuarela.
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Deseo que esta segunda edición supere el indudable éxito que cosechó el pasado año, que sirva de estímulo eficaz para todos los acuarelistas españoles y muy en especial los andaluces en el año que precede al de la celebración de su 25 Aniversario como Agrupación, que recibirá su definitivo espaldarazo desde la ECWS, la sociedad europea de acuarelistas, que celebrará su Exposición Internacional en 2014 en la propia ciudad de Córdoba, que de este modo podrá con toda justicia alardear de ser la Capital Europea de la Acuarela, como reza el cartel.

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En las siguientes imágenes podrá encontrarse información concreta sobre este Certamen Nacional, previsto para el primer fin de semana de junio, dentro de un mes.
 
 
 
 
 
 
 
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sábado, 13 de abril de 2013

Economía y actividad artística


 
Es clásico reconocer que el ritmo propio de la evolución económica ha sido siempre el de una fluctuación continua, pudiendo variar la  longitud de sus ciclos o la intensidad de sus propias variaciones. Y ello es así tanto si se observa desde un plano global, internacional, como en el nivel más restringido de la economía nacional, así como también en el ámbito de nuestras propias economías individuales y familiares.
A quienes hemos vivido esta experiencia en diversas ocasiones a lo largo de nuestra vida no nos cabe ninguna duda sobre la existencia  de tales oscilaciones, en cuya base existen factores primarios ligados a la propia libertad personal, con el consiguiente riesgo de errar, así como a nuestras propias condiciones biológicas que en sí mismas ya llevan inscrito un ritmo definido, con tiempos para el crecimiento, para la estabilización y para el declive.

Aunque a otra escala, lo mismo ocurre en los pequeños grupos y asociaciones, que a menudo reproducen un patrón semejante al biológico, porque está basado en decisiones personales. A un nivel más alto aparecen otros grupos, lobbys, corporaciones, que se reparten parcelas distintas de la economía, todos ellos dirigidos por específicos comités en los que cuesta ya identificar un ritmo biológico, así como la existencia de verdadera libertad, al estar todos ellos completamente interconectados a través de la tupida red de intereses que ellos manejan. Es en estos niveles donde empiezan las zonas de penumbra o de sombra intensa, cuando todo se hace más opaco e inaccesible, permitiendo el paso hacia lo incontrolado, lo arbitrario, lo incomprensible.
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Tanto las fases expansivas como las de recesión tienen sus específicos modos  de repercutir sobre la actividad artística, que es en realidad el sujeto de estas reflexiones. Estos modos no son unívocos, pudiendo detectarse aspectos positivos y negativos en ambas situaciones.
Durante las fases expansivas se observa una mayor alegría, porque en ellas participan muchas personas, que alcanzan superiores niveles de vida, lo que les permite acceder a unos servicios y comodidades que hacen más confortable la existencia. Como los beneficios de los principales sectores se extienden a otros más secundarios, se provoca un efecto locomotora, que mejora la producción en prácticamente  todos los sectores y la generación de riqueza para todos.
Para el artista ello supone un mayor movimiento en cuanto a exposiciones, con el consiguiente aumento de las ventas, lo que automáticamente obliga a aumentar la producción, al menos en cantidad, lo que puede ser un obstáculo para el avance cualitativo. Cuanto "todo" se vende es relativamente fácil caer en cierta atonía creativa,  cuando no en una excesiva autosuficiencia, actitud poco propicia a una evolución ascendente. Pero al mismo tiempo estas situaciones nos permiten alcanzar, al menos en la técnica que nos ocupa, la acuarela, una mayor soltura en la ejecución técnica, fundamental para gozar de la frescura que le es propia.
Si, fruto de la casualidad, el tiempo de aparición de las ondas expansivas coinciden cronológicamente con las fases de plenitud biológica del artista, pueden obtenerse unos resultados remarcables, con lo cual se puede consolidar un valioso corpus artístico.
No parece oportuno en tales circunstancias de optimismo colectivo recordar nuestras propias limitaciones humanas, romper así la magia del momento, estropear la fiesta común, que cada parcela del mundo artístico vive de forma distinta, con su particular modo de proceder, que no siempre resulta ejemplar. En cualquier caso, siempre queda la posibilidad de aprender de los errores que puedan haber provocado tales excesos de optimismo.
Por el contrario, durante las fases de recesión aparecen otra serie de fenómenos, que en su conjunto revisten tintes más bien tristes, deprimentes en algunos casos, con un denominador común que es la caída de la actividad expositiva, las ventas y los ingresos con ellas asociados.
No hace falta explicar muchos detalles sobre esta situación, que es la que estamos viviendo ya desde hace años en nuestro país, afectando a todos los sectores económicos hasta niveles no conocidos desde hace muchas décadas.
Entre los artistas plásticos, y no sólo entre ellos,  se ha extendido como una densa niebla que no permite ver con suficiente claridad nuestro entorno. Todo lleva un mismo mensaje, siempre victimista o pesimista ante la incierto de la salida. La interminable lista de conocidas galerías que ya han cerrado o están a punto de hacerlo, la evolución de ventas a niveles preocupantes para su supervivencia, con la inevitable tentación de forzar nuevas condiciones contractuales con sus artistas, cambios que por lo general van siempre en detrimento de estos últimos, que siempre son el eslabón más frágil de la cadena.
Algunas personas con experiencia y ánimo constructivo sugieren que tales momentos son los más adecuados para tratar de pintar con mayor calma y precisión, pudiendo realizar así obra de mayor nivel artístico. Sin duda que algunos artistas también lo sienten así y lo consiguen, aunque tras el contacto con otros pintores tengo la impresión de que no son las reacciones habituales, siendo más corriente la reducción del ritmo de producción, a veces hasta un nivel que pone en riesgo la propia continuidad.
Tales reacciones son muy comprensibles, fruto de un ánimo depresivo que provocaría un desinterés hacia la propia actividad, con la subsiguiente falta de estímulo para la realización de nuevas obras, la apertura de nuevos proyectos. Las dificultades se acrecientan entre aquellos artistas cuya economía depende exclusivamente de su propia actividad artística, agudizándose más entre los cincuenta y sesenta años, cuando suelen ser mayores las necesidades familiares.
Pero es que también se resienten los ánimos de los jóvenes que se sitúan ante la disyuntiva de dedicarse o no al Arte, que ellos viven con un lógico desasosiego y que a mí me produce especial tristeza cuando lo pienso. Es cierto que la falta de expectativas para los jóvenes no es exclusiva del sector artístico. También es verdad que el conocimiento y la práctica de cualquier técnica artística es siempre enriquecedora a nivel personal. Como lo es que la conocida expresión “trabajar por amor al arte” debe tener sus motivos.
Pero siempre le acecha a uno la duda, vistos los innumerables problemas que se les presentan con tal  decisión, de si no será mejor desaconsejar la elección, de si no les estaremos haciendo un flaco favor cuando les invitamos a participar, a pintar, más aun si se trata de acuarela, que siempre ha sido la menos favorecida por las preferencias de los que visitan las galerías de arte o coleccionan pintura.