lunes, 21 de abril de 2014

Jornadas de Acuarela de Priego


Como decía en el anterior post, una serie de casualidades me han brindado la ocasión de coordinar unas Jornadas de Acuarela, las de Priego de Córdoba, coincidiendo con su mayoría de edad, su 18ª edición, precisamente el año en que la Agrupación de Acuarelistas de Andalucía celebra su XXV aniversario, motivo por el cual tiene el encargo de organizar el Simposio Internacional Europeo de Acuarela, de la ECWS.

Dichas jornadas están organizadas por la concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Priego que dirige desde hace años Miguel Forcada, experto conocedor de todo cuanto tiene que ver con dicha población, principalmente en el ámbito cultural y artístico, dentro del cual destaca el Museo Adolfo Lozano Sidro, epicentro de múltiples iniciativas alrededor de la Pintura.

He tenido el placer de saludar personalmente al Presidente de la Agrupación de Acuarelistas de Andalucía, Elías J. Cañas, intercambiando con él algunas reflexiones sobre luces y sombras de la Acuarela actual, que siempre resultan interesantes.

Estas Jornadas han sido nueva oportunidad para aproximarme a los acuarelistas de a pie, que en su mayoría son ajenos al mundo profesional del arte, a pesar de lo cual iban cargados de motivación, ilusiones, cómo no también de dudas sobre el mejor modo de resolver las dificultades que se nos presentan ante nuestros caballetes.

La singular belleza de Priego, el refinadísimo barroquismo de sus iglesias, la variedad y complejidad de sus fuentes, el bullicio propio de las primeras procesiones de Semana Santa no preludiaban condiciones nada fáciles. Tampoco lo eran algunos bodegones montados en medio de luces omnidireccionales, a los que se añadían la complejidad de esas flores minúsculas, dispersas o en ramilletes, que parecen reclamar a gritos reservas con máscara y posteriores salpicaduras, ya que de otro modo son  prácticamente imposibles de resolver.

A pesar de todas estas dificultades, se ha procurado en todo momento mantener el ánimo de aquellos acuarelistas con menos horas de vuelo, que en algún momento flaqueaban en el camino, aunque éste no condujera siempre a resultados exitosos. Ya habíamos convenido en que el propio camino era en cierta manera el verdadero objetivo, como tan nítidamente han expresado tantos poetas, pensamiento que encierra grandes dosis de sabiduría humana.


Me ha sorprendido agradablemente la atención y la dedicación que mostraban ante cada uno de los trabajos que tenían entre manos, confirmando esa característica que ya ha sido comentada en alguna ocasión más en este espacio: la fascinación, la adicción que la acuarela genera entre sus seguidores.


Aun me ha sorprendido más el interés que han mostrado ante unas sesiones que se han dedicado a reflexionar en voz alta, siguiendo el hilo de unos Power Points preparados a tal fin, lo que me ha confirmado que en este tipo de Jornadas, en principio eminentemente prácticas, caben también contenidos de tipo teórico, complementarios a la realización de algunas demostraciones de unas determinadas formas de pintar, de mostrar nuestros recursos de tipo técnico, algún truco que podamos compartir…


Dichas sesiones se estructuraron en tres partes: La primera de ellas, “¿Qué hace una persona como tú en un sitio como este?”, estaba dedicada a reflexionar sobre por qué pinto, por qué pinto esto, por qué pinto así. La segunda, “Conocerla es quererla”, se trataba de una aproximación rápida a la Acuarela, con sus ventajas y sus inconvenientes. Finalmente, en la tercera, “¿Qué quiero ser de mayor?” se discurría sobre el futuro, algo así como decir “Bueno y a partir de ahora, ¿qué hacemos?”.

Aunque no pueda reproducirse el contenido de los comentarios de los coloquios posteriores, sí que se añadirán en próximas entradas los contenidos de estas sesiones.
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Porque estoy convencido de que siempre es conveniente ser consciente de lo que hacemos. Y como es evidente que lo que hacemos depende en gran medida de lo que pensamos, hay que convenir en que pensar siempre nos va a ser útil.