martes, 11 de septiembre de 2012

Enseñanza, Maestros y Alumnos.

La Iniciativa, en 10 preguntas

Enseñanza, Maestros y Alumnos.

Nadie duda que los maestros de la pintura han sido en todo momento una fuente de aprendizaje muy valiosa, a través de la atenta observación de su propio quehacer artístico por parte del espectador avispado. Si, además, dichos maestros poseen dotes pedagógicas suplementarias, es evidente que un contacto regular con ellos creará inevitablemente escuela entre los alumnos más aventajados.
Si esto ha sido siempre así para la Pintura en general, no iba a ser distinto al tratarse de la enseñanza de la Acuarela. Todos nosotros tenemos en la cabeza los ejemplos vividos en las últimas décadas y en la propia actualidad.

Se impone, sin embargo, hacer algún tipo de distinciones, tanto en lo referente a profesores como a los propios alumnos.
Entre los alumnos hay los recién iniciados y otros con muy diferentes grados de experiencia, tantos como personas. Entre los maestros tampoco son todos iguales, ya que mientras algunos son más académicos y polivalentes, otros son más singulares por su forma personal de pintar y su propio temperamento.

Pues bien, es razonable sostener que cuanto menor sea la experiencia del alumno, más neutral y polivalente deberá ser su profesor y la enseñanza que reciba, ya que en caso contrario lo más probable es que el aprendizaje degenere en puro seguidismo formal, no recomendable para la adecuada maduración del que aprende, fácilmente sustituida por manierismos y tics, que pueden ser bastante difíciles de eliminar.
Lo ideal es una formación polivalente que permita conocer y dominar distintos tipos de recursos técnicos, lo que permitirá una posterior dedicación a diferentes tipos de temas hasta alcanzar el propio estilo. La racionalidad reclama ir de lo general a lo particular, de lo genérico a lo singular, a ser posible de una forma progresiva y consciente, en la medida que vayan surgiendo nuevas necesidades.

Son motivos suplementarios que subrayan la conveniencia de implantar en nuestras Agrupaciones una decidida sistematización de conocimientos, así como de un método académico, lo más neutral y polivalente posible, para respetar mejor la maduración artística de los alumnos.
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Con estos comentarios cierro esta primera tanda de reflexiones, que han girado siempre  sobre aspectos relacionados con el mundo de la Acuarela, nuestra particular devoción. En el próximo post se volverá a hablar de la propia iniciativa Acuarelistas. Gracias por vuestra atención.

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