Aunque ya llevo varias semanas sin comentar sobre estos asuntos, anteriormente
ya lo hice con suficiente insistencia, por lo que no van a ser difíciles de
recordar.
En su vertiente diagnóstica, esta iniciativa giraba alrededor
de una encuesta en busca de datos objetivos sobre los acuarelistas, cuyos
resultados son ya públicos y han sido objeto de unos comentarios en el
precedente post.
En su vertiente práctica, relativa a las medidas a aplicar, la
iniciativa hacía especial hincapié en la conveniencia de disponer de un Curso Básico de
Acuarela, un conjunto estructurado de conocimientos que sirviera algo así como de guía de
referencia en el aprendizaje de la técnica y en la formación de futuros acuarelistas
en el seno de nuestras Agrupaciones.
Su objetivo principal, alcanzar un nivel de solidez y estructuración
que resultara atractivo para suscitar la adhesión de jóvenes con capacidad artística
y deseos de aprender, necesaria a medio plazo para el recambio generacional de nuestro colectivo,
algo mayor.
Como ya se explicó, todos estos proyectos han sido
convenientemente dados a conocer en las Agrupaciones, utilizando los cauces que
han parecido más adecuados en cada fase. Para los que sientan alguna curiosidad por
conocer algunos detalles del proyecto, pueden acceder a ellos clickando sobre este documento PDF.
Como puede comprobarse en dicho documento, la iniciativa ha pretendido ser siempre incluyente e integradora, totalmente participativa entre todas las Agrupaciones, por lo cual la interpretación de los resultados también debe hacerse en clave general.
Como puede comprobarse en dicho documento, la iniciativa ha pretendido ser siempre incluyente e integradora, totalmente participativa entre todas las Agrupaciones, por lo cual la interpretación de los resultados también debe hacerse en clave general.
La respuesta, prácticamente unánime, se ha decantado por la abstención, el silencio casi total, que se asume -que asumo- con absoluta naturalidad, porque responde a la aceptación de la realidad de los hechos, que desde el principio ha sido la base metodológica de esta iniciativa.
Por los motivos que sean, este proyecto no concita el ánimo suficiente para ser capaz de modificar la forma habitual de enseñar la técnica.
Puede ser la percepción de que la enseñanza ya está suficientemente
estructurada, o bien las dificultades adicionales que comporta todo cambio, más aún
en unos tiempos difíciles como los actuales. En otros casos se trataría de una aparente desproporción
entre lo que se sugiere y lo que se está en condiciones de ofrecer realmente, vistas las
dimensiones de muchas de nuestras Agrupaciones, alguna de ellas sin un local
social propio, adecuado y estable.
A todos estos obstáculos que podríamos considerar de tipo
estructural, justificados en su mayoría, se añaden otros de diferente cariz, más sensible, de difícil
cuantificación por el hecho de ser más cualitativos e ideológicos que
numéricos. Me refiero a objeciones derivadas de posicionamientos poco proclives a
la colaboración integradora, tanto desde la propia comunidad autónoma donde
resido, debido al peculiar movimiento sociopolítico que en ella se ha generado, como desde
otras áreas geográficas del país, que muestran cierta reticencia o inquietud ante tales
circunstancias.
Ambas posiciones han resonado en mis oídos en diversas ocasiones durante estos últimos meses, dejando siempre un sentimiento de tristeza en mi ánimo, que siempre ha sido más proclive a integrar que a segregar.
Ambas posiciones han resonado en mis oídos en diversas ocasiones durante estos últimos meses, dejando siempre un sentimiento de tristeza en mi ánimo, que siempre ha sido más proclive a integrar que a segregar.
***
Ante esta situación que he descrito no queda más que aceptar
los hechos tal cual son y tomar las decisiones que parezcan más apropiadas.
En mi caso, estimo que lo más sensato será aparcar suavemente la
iniciativa, esperando circunstancias más propicias a su desarrollo.
En segundo lugar, animaros a seguir apostando por el rigor, la ilusión y el trabajo bien hecho cada vez que nos situemos delante de un papel blanco dispuestos a pintar una acuarela, en la seguridad de que con estas premisas cada día lo haremos mejor.
En tercer lugar, agradeceros a todos y cada uno de vosotros todo el interés que habéis demostrado, tanto en la participación en las encuestas, como en tantos comentarios que me habéis hecho llegar, así como en las visitas a este blog, que dada su corta edad todavía no camina solo, al que seguiré prestando toda mi colaboración. De su futuro se ocupará el próximo post...
No he tenido tiempo de pararme a leer los distintos blogs.Lo siento.
ResponderEliminarUn buen programa. Veo que previenes a los impacientes que quieren pintar. Que son la mayoria de los que no van a escuelas regladas de arte. Quieren hacer "un cuadro". Este es el problema. Personalmente me han hecho estudiar teoría bastante y veo que es imprescindible y cuando pintas, fallas muchas veces y te da rabia.
Es difícil para un profesor combinar que se pinte "como sale" y dar teoría.
Veo muy interesante e imprescindible que si se quiere dar clases de pintura, aquí acuarela, en sitios "serios", hace falta un programa y seguirlo de una manera fluida, no ir dando instrucciones según vaya saliendo a cada alumno.
Siento lo largo, no sé explicarme mejor. Gracias.
¡Ah! Se me olvidó: por parte del alumno, el saber què va a hacer, es bàsico. Lo difícil es saber el nivel de cada uno, según los estudios previos de pintura en general.
ResponderEliminarGracias por tu interés, M. Antònia. No es nada fácil en pocos párrafos tratar el tema de la enseñanza, sea de lo que sea, menos aún de una materia artística. Son muchas las facetas que deben tomarse en consideración. Tú apuntas con acierto a alguna de ellas. Es necesario un equilibrio entre el conocimiento teórico y la práctica. Es cierto que algunos desean resultados inmediatos, que no son reales, al no estar precedidos por una suficiente reflexión. A la vez, ahogar lo artístico en una maraña de teorías también tiene sus riesgos, máxime en tiempos con un desconcierto en lo que siempre se han considerado fundamentos básicos.
EliminarEs evidente que el pintor debe disponer de un mínimo posicionamiento antes de iniciar con todo rigor su camino. Desde el lado de los docentes, sean o no profesionales, es de esperar que intenten acompañar en el proceso de discernimiento inicial. Posteriormente se comunican los contenidos necesarios. En todo momento, el sentido común recomienda unas actitudes que sirven para cualquier experiencia humana. Seriedad, esfuerzo, previsión de objetivos, a la vez que la máxima flexibilidad posible que permita fluir la imaginación y la creatividad.
Como ves, también yo me enrollo demasiado. No creo que exista un único método perfecto de enseñar acuarela, desde luego, pero cada uno puede aportar alguna pista que al final se unirá con las que aporten los demás. Un abrazo.